martes, 2 de junio de 2015

¿Por qué hay alimentos que no podemos parar de comer?


Las chocolates, algunos frutos secos o las papas

de esa cadena de restaurantes de comida rápida. Hay algunos alimentos que parecen drogas. Sabemos que engordan e, incluso, que nos revolverán el estómago, pero no podemos parar de comerlos.
El motivo podría ser que, aunque con una intensidad mucho menor, comparten características con otras sustancias adictivas. De hecho,algunos estudios con ratones ya sugieren, por ejemplo, que comer algunas galletas tienen un efecto sobre el cerebro similar al consumo de cocaína.
Como sucede con las drogas, no todos los alimentos son igual de adictivos. Las comidas con azúcar, o con grasa suelen tener un potencial mayor que la lechuga o las pechugas a la plancha. En opinión de Fernando Rodríguez de Fonseca, coordinador de la Red de Trastornos Adictivos del Instituto de Salud Carlos III, esta diferencia “tiene mucho sentido desde el punto de vista fisiológico”.
La explicación está en el sistema de refuerzo del organismo, el mecanismo de aprendizaje que nos hace buscar todo aquello que es bueno para la supervivencia de nuestros genes, como la comida, el sexo o la posición social. “Dentro de este sistema, cuando tengo hambre, voy a buscar una comida más calórica, como las que tienen azúcares o grasas, que me satisfaga más rápido y con mayor intensidad”, añade el investigador.
Clasificación de los participantes de comidas por su posible consumo problemático, de 7, muy problemático, a 1, nada problemático
Sobre este sistema de aprendizaje y recompensa, regulado por hormonas como la leptina en el caso de la alimentación, actúan las drogas. “Si introduzco en la comida elementos que activen este sistema de recompensa de una manera más aguda, las buscaré con mayor interés”, continúa Rodríguez de Fonseca. Es el caso de las comidas procesadas, como la pizza o la bollería, que incluyen en un solo alimento una mezcla de grasas y azúcares refinados que son muy raras en la naturaleza.
Según explican los autores de un reciente estudio sobre esta materia, “estudios de neuroimagen han revelado similitudes biológicas en las pautas de disfunciones relacionadas con la recompensa entre adictos a la comida y individuos dependientes de sustancias”. Igual que los adictos a otras drogas, los adictos a la comida ven activadas las regiones que gestionan este sistema de aprendizaje cuando se les muestra comida.
La comida procesada une azúcares y grasas de un modo que casi no existe en la naturaleza
Otra de las similitudes entre los efectos de las drogas de abuso y las comidas que más enganchan está en la concentración de las sustancias que proporcionan la reacción de recompensa. En ambos casos, no suelen estar en su estado natural sino que se han tratado para lograr un efecto más concentrado que incrementa sus capacidades adictivas, como sucede con la adormidera de la que se produce el opio. Los responsables del estudio, liderados por Ashley N. Gearhardt, de la Universidad de Michigan (EE UU), consideran que la mayor concentración de los azúcares o las grasas que producen la recompensa en las comidas procesadas pueden incrementar su capacidad adictiva.
Además de la concentración, otra característica que puede estar detrás de los alimentos más adictivos es la rapidez con que se absorbe y llega a la sangre. “Por ejemplo, cuando la hoja de coca se mastica, se considera que tiene poco potencial adictivo”, explica el estudio. “Sin embargo, una vez que se procesa en una dosis concentrada que llega rápidamente al sistema, se convierte en cocaína, que es altamente adictiva”, continúa. De un modo similar, los alimentos altamente procesados, comparados con los alimentos naturales, tienen más probabilidades de producir un pico de azúcar en sangre, "algo importante porque se conoce un vínculo entre los niveles de glucosa y la activación de áreas del cerebro que están relacionadas con la adicción”, añaden los investigadores. “Esto se ve en la diferencia entre panes como el pan de trigo sarraceno, que tienen un índice glucémico bajo y se absorbe despacio, y los panes hechos con harinas procesadas, que se comen con más avidez y sacian menos”, apunta Rodríguez de Fonseca.
El mayor índice glucémico hace que un pan blanco enganche más que el integral
Para tratar de observar qué comidas están más relacionadas con comportamientos parecidos a la adicción, los investigadores pidieron a 120 voluntarios que clasificasen 35 alimentos por su capacidad adictiva de acuerdo a una escala diseñada previamente (ver tabla). En sus resultados, las comidas procesadas, con mayor índice glucémico (que mide la velocidad a la que se absorben los hidratos de carbono) y grasas, se asociaban con mayor frecuenta a comportamientos similares a la adicción. En opinión de los autores del estudio, “el hallazgo de que el procesado era el factor más predictivo para saber si una comida estaría asociada con un comportamiento alimentario similar al adictivo es una evidencia preliminar para estrechar el rango de qué comidas están implicadas en las adicciones”.

La droga engancha más

Pese a las similitudes, la comparación entre la “adicción” a algunos alimentos y la que producen drogas como la cocaína está lejos de ser idéntica. Los estupefacientes químicos van directos al sistema de recompensa y producen un efecto mucho más intenso que la comida, que aún requiere la mediación de hormonas como la leptina para causar su impacto en el cerebro. “En animales, se ha visto que una droga como la cocaína, si dejas de tomarla, tienes unos efectos conductuales muy claros que no suceden cuando dejas dietas altas en grasa o azúcar”, afirma Carlos Diéguez, director del Centro de Investigación Biomédica en Red‐Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), dependiente del ISCIII.

LA LUCHA CONTRA LA OBESIDAD

En opinión de Diéguez, el estudio tiene muchas limitaciones, como el hecho de que sean los propios voluntarios los que califiquen lo adictiva que es cada comida. Esto se podría deber a factores como la textura o la presentación de la comida y, desde el punto de vista científico, no se ha podido obtener una “evidencia clara de que ninguno de los componentes de la comida cree adicción”. Por ejemplificar la diferencia entre sentirse muy atraído por un alimento y una conducta adictiva, pone el ejemplo de su propia familia. “Nos gusta mucho el chocolate, y sabemos que si hay una pastilla por casa va a durar un par de minutos”, cuenta. “Por eso, no compramos y así no comemos, pero si se tratase de una droga de abuso como la cocaína, nada nos pararía para consumirla”, asevera.
Para el investigador puede haber otras explicaciones para que las hamburguesas o algunos dulces se coman en exceso, como el hecho de que las comidas procesadas se suelen consumir con mucha facilidad y cuando llega la sensación de saciedad ya se ha ingerido una cantidad importante. Además, lo que en determinados países o culturas puede ser un alimento irresistible, como sucede con el marisco, en otros puede resultar repugnante. 
Por ahora, la evidencia científica no ha permitido introducir la adicción a los alimentos o a comer entre otros trastornos adictivos como las drogas o el juego. No obstante, la comida o determinados alimentos cuentan con un factor de riesgo que no comparte con los estupefacientes ilegales. Las chocolatinas o las patatas fritas de la hamburguesería se venden por todas partes y de forma legal.
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miércoles, 13 de mayo de 2015

Beneficios ilimitados del coco....

El coco es uno de los elementos básicos en la cocina y la cultura de los países tropicales. Se supone su origen en el Pacífico desde donde se extendió a Centroamérica. Llegó a la cultura occidental con los primeros conquistadores españoles y portugueses del siglo XVI. Pigafetta, el cronista del viaje de Magallanes y Elkano, explica en su llegada a la isla de Guam que dos cocoteros pueden alimentar y dar de vestir a toda una familia indefinidamente.
El coco es uno de los factores que explican la buena salud general y dental en particular de los habitantes de los trópicos, donde el coco es la principal fuente de energía y su aporte nutricional a estas poblaciones es impresionante.
Hoy en día el cocotero es el tipo de palmera más cultivada y de los cocos se aprovecha todo. Las fibras para confeccionar tejidos y fertilizante ecológico, la pulpa y el agua en la industria alimentaria y cosmética y la corteza del coco para producir energía o carbón activo para plantillas antiolor y purificadores de aire.
A continuación trataremos 3 de los productos alimentarios derivados del coco: el agua de coco, la leche de coco y el aceite de coco. Para que sean realmente beneficiosos, todos ellos deben proceder de cocos ecológicos certificados para asegurarnos que no se han cultivado utilizando pesticidas ni fertilizantes y además el aceite debe ser virgen.  
AGUA DE COCO   El agua de coco se obtiene de los cocos todavía verdes. Cuando el coco está verde su interior está lleno de una sustancia gelatinosa que a medida que el coco madura se convierte en la pulpa blanca del coco y en agua de coco. El agua de coco está compuesta en un 95% de agua y además es:
  • Rica en vitaminas naturales (vitaminas del grupo B), minerales, oligoelementos (incluyendo zinc, selenio, yodo y manganeso).
  • Contiene aminoácidos, ácidos orgánicos, enzimas y antioxidantes.
  • Baja en calorías y azúcares y casi no contiene grasa.
  • Es la fuente más importante de citoquinas (hormonas vegetales) que son anticancerígenas, reducen el envejecimiento celular y previenen los trombos.

Bebidas isotónica: Las características anteriores y el alto contenido en electrolitos (iones) convierte al agua de coco en la alternativa realmente sana a las bebidas isotónicas convencionales, que tienen el problema de estar cargadas con colorantes, conservantes y otros aditivos químicos. Por este motivo también es muy beneficiosa para los enfermos del corazón o con hipertensión. La mejor opción después de hacer ejercicio, si sudamos demasiado debido al calor o incluso en caso de deshidratación es el agua de coco.
El agua de coco es muy compatible con nuestro organismo debido a que tiene una composición muy similar a nuestro plasma sanguíneo. De hecho muchos médicos de zonas tropicales con pocos medios la han aplicado durante años a sus pacientes por vía intravenosa, ya que al salir del coco, el agua es totalmente estéril y está cargada con una gran cantidad de nutrientes.
Debido a que favorece la desintoxicación del cuerpo está recomendada que la tomen personas que reciben quimioterapia o que necesiten eliminar tóxicos del organismo. Además es una buena alternativa a la leche de origen animal para los alérgicos o intolerantes a la lactosa y para los vegetarianos. 

ACEITE DE COCO 
El aceite de coco se extrae a través del prensado de la pulpa de coco y es casi en su totalidad ácidos grasos saturados. Se solidifica por debajo de los 23ºC, lo que le da un aspecto de manteca. El aceite de coco que trataremos a continuación es el aceite de coco virgen, ya que el aceite de coco refinado ha perdido varios de sus nutrientes en el proceso de refinado, durante el cual además se ha tratado con sustancias químicas. Como en el caso del agua y la leche coco, deberemos escoger siempre el aceite de coco virgen ecológico certificado.
Varios estudios y observaciones de poblaciones del Pacífico Sur que consumen aceite de coco virgen dieron como conclusión que las enfermedades cardiacas tenían un índice bajísimo y que no existe evidencia de que el consumo de aceite de coco tenga un efecto dañino en estas poblaciones.
Lo que hace que el aceite de coco virgen sea beneficioso para nuestra salud es que hasta el 90% son ácidos grasos saturados de origen natural, a diferencia de los que habitualmente comemos, que son aceites vegetales convertidos a saturados artificialmente (los llamados aceites hidrogenados o grasas trans asociados a la obesidad y los problemas cardiovasculares). Al contrario que este tipo de grasas hidrogenadas, el aceite de coco virgen aporta salud al corazón, ayuda a disminuir el colesterol (disminuye el “colesterol malo” LDL y aumenta el “colesterol bueno” HDL), estimula el sistema inmunológico, aporta energía de forma inmediata (ideal si se practica deporte),
promueve la pérdida de peso y favorece el buen funcionamiento de la tiroides. 
Una buena parte de los ácidos grasos que tiene el aceite de coco son triglicéridos de cadena media que se convierten en energía rápidamente, como pasa con los azúcares, pero sin producir picos de insulina, por lo que es muy útil para los diabéticos que necesitan una buena fuente de energía pero no pueden consumir azúcares y además puede ayudar a regular los niveles de azúcar.
Estos triglicéridos también estimulan el metabolismo, lo que facilita la perdida de peso, la perdida de grasa y la estimulación de la tiroides, siendo ideal para personas con hipotiroidismo. Además el aceite de coco virgen es beneficioso para un buen funcionamiento del sistema digestivo, ya que ayuda a digerir y absorber adecuadamente los alimentos que comemos y es especialmente adecuado en casos de candidiasis, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, gastritis, diverticulosis y estreñimiento.
Durante el último año se ha comenzado a contemplar la posibilidad de que el Alzheimer sea un tipo diferente de diabetes en la que las células del cerebro no son capaces de utilizar la glucosa del riego sanguíneo. La solución es introducir en la dieta aceite de coco virgen, rico en triglicéridos de cadena media, que permiten a las células del cerebro tener un combustible alternativo al azúcar y mejorar su funcionamiento. El proceso degenerativo del Alzheimer se interrumpe o incluso se revierte, aunque todavía no hay estudios clínicos sobre esto, solo la esperanza es simplemente brutal.
Otra cualidad sorprendente del aceite de coco es que contiene hasta un 50% de un tipo de aceite llamado ácido láurico, que en el cuerpo se convierte en monolaurina. Esta sustancia forma parte de la leche materna humana y es el monoglicérido antiviral, antibacteriano y antiprotozoario utilizado por el cuerpo humano para destruir los virus recubiertos de lípidos tales como el herpes, citomegalovirus, gripe y varias bacterias patógenas, incluyendo Helicobacter pylori.
El aceite de coco virgen es excelente para cocinar, siempre y cuando sea ecológico certificado. Es una buena alternativa a la mantequilla, perfecto para añadir a sopas, arroz, ensaladas y pasta y para cocinar todo tipo de platos. En concreto es el mejor aceite para freír debido a que sus moléculas son mucho más estables que la de cualquier otro aceite por lo que es menos perjudicial para la salud.
Si se quiere introducir aceite de coco virgen en la dieta, es importante comenzar poco a poco, especialmente las personas con problemas de salud, porque pueden aparecer algunos efectos de desintoxicación ya que el aceite de coco virgen es antibacteriano, antimicótico y antiviral. Además, mucha gente está acostumbrada a una alimentación baja en grasas y el cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a consumir más grasas. Como orientación, se recomienda empezar con 1 cucharadita al día añadida a las comidas e ir aumentando lentamente hasta un máximo de unas 3 cucharadas soperas de aceite de coco virgen al día. 
Aceite de coco y cosmética 
El aceite de coco es uno de los más usados en cosmética para el cuidado de la piel y el cabello debido a sus grandes propiedades y a su cantidad de nutrientes. Además los tensoactivos derivados del coco se utilizan para elaborar detergentes ecológicos y jabones de cosmética natural ya que son eficientes pero suaves y delicados con la piel. 
Algunos de los principales usos del aceite de coco virgen en cosmética son:
  • Aplicado en el pelo como aceite de prelavado le proporciona nutrientes, brillo y suavidad.
  • Sobre el cuero cabelludo y masajeándolo durante 10-15 minutos mantiene el cuero cabelludo libre de caspa y favorece el crecimiento del pelo.
  • Usado en la piel previene la aparición de arrugas y manchas que provoca la edad e incluso puede hacer desaparecer la manchas que ya tenemos.
  • Hidratante facial intensiva de noche.
  • Desmaquillador de ojos.
  • Crema corporal intensiva.
  • Mezclado con manteca de karité para una loción corporal suave.
  • Crema hidratante de manos intensiva.
  • Aceite de masaje.
  • Para prevenir estrías durante el embarazo.
  • En las cutículas para ayudar a crecer las uñas.
  • Aplicado en el cuerpo tiene un factor protección solar de 4 y además favorece el bronceado.
  • Mezclado con hierba gatera, aceite esencial de romero o menta como un repelente natural de insectos.

Gracias a su capacidad antibacteriana y antiinflamatoria se puede utilizar:
  • Aplicado en la piel hace que se cicatrice más rápido (quemaduras, heridas, quemaduras de sol, etc.).
  • Como aceite de pre-afeitado.
  • Como after-shave.
  • Como desodorante.
  • Como crema de pañal para los bebés.
  • Solo o mezclado con bicarbonato como dentífrico y blanqueador dental.
  • Puede ayudar a mejorar el acné cuando se usa sobre la piel regularmente y en especial si además se consume.
  • Puede aliviar el dolor de las hemorroides cuando se usa tópicamente.
  • Puede reducir el picor de las picaduras de mosquitos.

LECHE DE COCO 
La leche de coco es cremosa y se hace moliendo la pulpa o carne del coco maduro a la que se le añade agua para diluirla. Después se filtra a través de un paño o un colador para separar el agua de la pulpa. En algunos casos se repite el proceso con la misma pulpa, así que se pierden nutrientes por el camino, por lo que lo mejor es escoger leche de coco lo más viscosa posible, ya que esto indicará que no ha sido excesivamente filtrada. 
Se puede beber como la leche animal, pero se utiliza sobre todo para cocinar.
La podemos utilizar para sustituir la crema de leche o la nata para cocinar, por ejemplo, además de para beber. Es un buen sustituto a la leche de origen animal y aunque contiene menos proteínas, se digiere mucho mejor debido al tipo de grasa que contiene. Es una buena alternativa para los alérgicos o intolerantes a la lactosa y para los vegetarianos.
Como el aceite de coco, es rica en ácidos grasos saturados naturales, por lo que aporta mucha energía y en concreto es rica en triglicéridos de cadena media que son diferentes de los triglicéridos de cadena larga, que son los que los médicos recomiendan que se eviten. Los triglicéridos de cadena media son capaces de reducir las acumulaciones de grasa de nuestro cuerpo y se digieren muy fácilmente.
Además la leche de coco contiene antioxidantes y es muy rica en minerales que están involucrados en la mineralización de los dientes y los huesos y vitaminas del grupo B. Tiene la ventaja de que es baja en azúcares. 
Receta para hacer leche de coco:
  1. Calentar el agua sin dejar que hierva. Se necesitan entre 1,5 y 2 partes de agua por una de coco seco rallado o en copos.
  2. Agregar el coco rallado o el coco en copos y el agua en la batidora y batir a velocidad máxima varios minutos hasta que se espese y tenga una textura cremosa.
  3. Verter a través de un colador para filtrar la pulpa de coco, por una estameña o por un paño para separar el agua de la pulpa. Hay que extraer el agua de la pulpa retorciendo el paño.
La leche de coco se debe beber de inmediato o guardarla en la nevera. Está recomendado consumirla dentro de los 3 o 4 días siguientes. 

CONCLUSIÓN 
Cómo hemos visto las propiedades del agua, la leche y el aceite de coco hacen que sean unos alimentos muy a tener en cuenta si queremos mejorar nuestra salud. Lo más importante que debemos tener en cuenta si nos decidimos a tomar agua, leche o aceite de coco es que deben proceder de cocos ecológicos certificados y el aceite de coco debe de ser virgen. Los cultivos intensivos convencionales de coco requieren un gran uso de pesticidas y fertilizantes que no solo perjudican nuestra salud, sino que destrozan los ecosistemas donde se encuentran estas plantaciones

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viernes, 17 de abril de 2015

Cómo saber que tu tiroides te ayudan a alcanzar tus metas!

Cómo saber que tu tiroides te ayudan a alcanzar tus metas!



Cansancio extremo, apatía, desordenes en el peso… son síntomas que pueden tener su origen en la glándula tiroides. Es un desequilibrio que puede acabar afectando a todo el organismo.
Muchas mujeres saben que una alteración de la glándula tiroides puede provocar cambios de peso, pero no suelen consultar al médico por ello, quizá porque desconocen el impacto que en realidad el fallo de esta glándula puede tener sobre todo el organismo.
Es importante controlarlo. ¿Sabías que estar demasiado triste, sentirse muy agotada o que te cueste concentrarte más puede ser por un problema de tiroides? Pues así es, y ocurre porque esta glándula es la encargada de fabricar unas hormonas que además de regular el metabolismo (que es lo que puede hacer alterar el peso), intervienen en el sistema nervioso y controlan las funciones de casi todos los órganos del cuerpo. Por eso es tan importante “vigilar” el funcionamiento de esta glándula.
¿Sabes cómo te avisa tu tiroides?
Si el tiroides falla, tu sistema hormonal se descompensa y eso a la larga provoca cambios. Al principio puedes no notar nada, pero si la situación no se restablece es fácil empezar a notar diferentes síntomas que te avisan de que algo va mal.
No lo sufras más. El diagnóstico de este trastorno hoy en día es muy sencillo y hay tratamientos muy efectivos que ayudan a controlar la enfermedad y a restablecer la calidad de vida de quienes la sufren.
¿Por qué conviene prestarle atención al tiroides?
El corazón a veces sufre. En el hipotiroidismo las grasas se queman mal y eso puede llevar a la hipercolesterolemia y a la hipertensión. Por su lado, el hipertiroidismo puede provocar que los latidos cardiacos sean rápidos y puede aparecer fibrilación auricular.
Los huesos pueden debilitarse. Cuando el tiroides trabaja demasiado rápido (es decir, cuando se sufre hipertiroidismo) fabrica calcitonina en exceso, una hormona que hace que al organismo le cueste más absorber el calcio. Por ello, los huesos pueden debilitarse.
El fallo tiroideo a veces pasa inadvertido
¿Está suficientemente diagnosticado el hipotiroidismo?
Probablemente no. Hay que tener en cuenta que no todos los hipotiroidismos son igual de severos y a veces los síntomas son difusos. Además, existen muchos casos de hipotiroidismo subclínico (la hormona tiroidea T4 está estable pero otra hormona indispensable para estimular la tiroides, la TSH, está baja). En este caso los síntomas son nulos o leves (solo se detecta al realizar un analítica), por lo que puede haber personas que lo sufren sin saberlo. En todo caso, ante síntomas como cansancio generalizado o cambios de peso bruscos es importante consultar con el médico.
¿Por qué la tiroides suele “fallar” más en las mujeres?
El 50% de las disfunciones tiroideas se debe a la enfermedad autoinmune y estas alteraciones son también más frecuentes en la mujer. Eso podría explicar la mayor prevalencia de enfermedad tiroidea entre ellas. Aunque también se estudian otras razones poco conocidas, como por ejemplo la existencia de ciertos defectos genéticos que podrían ser la base de las disfunciones tiroideas durante el embarazo.



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jueves, 9 de abril de 2015

Perder el exceso de peso beneficiaría al cerebro



Una de las metas compartida por muchas personas en el mundo, es ponerse en forma y conservar un buen estado físico. Aunque algunos lo ven sólo como una necesidad estética, el cuerpo entero se beneficia de los efectos de mantenerse saludable, pues se sabe que de lo contrario las consecuencias repercuten en cada órgano pudiendo producir, en última instancia, una falla general.
 Perder peso revertiría los efectos negativos que la grasa corporal podría tener en el cerebro
Una nueva investigación sugiere que el cerebro se suma a la lista de órganos afectados por la obesidad. Los investigadores encontraron que eliminar el exceso de peso mejora las funciones cerebrales, revirtiendo los efectos de la enfermedad ocasionada por el sobrepeso. El nuevo estudio, que se enfocó en personas que se sometieron a cirugía bariátrica, encontró que tal procedimiento tiene efectos positivos en el cerebro.
Otra investigación mostró que las estrategias menos invasivas para perder peso, como ejercitarse, también pueden revertir el daño cerebral que se cree que está relacionado con el sobrepeso corporal.
Un equipo de investigadores observó a 17 mujeres obesas antes de su cirugía bariátrica, y encontró que sus cerebros metabolizaban los azúcares más rápido que los cerebros de las mujeres de peso normal del grupo control. Las mujeres se sometieron a tests de funciones cognitivas antes y después de sus cirugías. Los resultados evidenciaron que antes de la cirugía,
las mujeres obesas presentaron mejoras en la actividad cerebral preocupante observada antes de someterse a la cirugía y mejoraron en sus evaluaciones de funciones cognitivas – especialmente en el área de función ejecutiva, que se utiliza en la planificación y organización. Los hallazgos sugieren que la pérdida de peso retrotrae sus efectos negativos sobre el cerebro.
Es posible que la “actividad cerebral metabólica” a largo plazo (es decir, el modo en que los cerebros de las personas obesas procesan los azúcares) lleve a un daño estructural que puede acelerar o contribuir al declive cognitivo, dicen los autores de la investigación.
Hombres y mujeres obesos tienen alrededor de un 35% más probabilidades de desarrollar Alzheimer
Se estima que hombres y mujeres obesos tienen alrededor de un 35% más probabilidades de desarrollar Alzheimer, comparados con personas de peso normal. Una investigación sugiere que la grasa corporal sube el número de proteínas en el cerebro que provoca una cadena de eventos que predisponen a una persona a la enfermedad, y otra investigación en ratones sugiere que las células adiposas liberan una sustancia llamada interleukin 1, que puede causar inflamación severa y, a su vez, obstruir el cerebro.
Los investigadores aún están tratando de entender los efectos exactos de la grasa corporal en el cerebro. Una teoría es que se produce una cadena de eventos. Por ejemplo, la resistencia a la insulina se ha asociado a enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, porque está asociada a un incremento de los ácidos grasos, inflamación y estrés oxidativo. La resistencia a la insulina es un trastorno metabólico que puede ser provocado por la obesidad.
Otras teoría se enfocan en los efectos de ciertos tipos de grasa. Los National Institutes of Health (NIH – Institutos Nacionales de la Salud) señalan que la grasa abdominal, el tipo más dañino de grasa corporal, eleva las probabilidades de una persona de desarrollar resistencia a la insulina, y encima de eso, puede producir hormonas de estrés que también obstaculizan la cognición. Otro estudio ha mostrado que las hormonas del estrés están ligadas a la señalización del hambre, y esos trastornos pueden alterar el sentido de una persona de hambre o saciedad y pueden contribuir a la obesidad.
“Cuanto más entendemos sobre [la grasa corporal], más claro es que la grasa abdominal es su propio generador de enfermedad”, dijo la Dra. Lenore Launer, jefa de la sección de Neuroepidemiología del Laboratorio de Epidemiología, Demografía y Biometría del Instituto Nacional sobre Envejecimiento en un  Instituto Nacional de la Salud (NIH)
La inflamación continúa siendo señalada como una de las culpables de la relación entre la grasa corporal y una variedad de trastornos, abarcando enfermedades relacionadas al cerebro e incluso depresión. La grasa corporal, también conocida como tejido adiposo, se cree que produce sustancias que causan inflamación, y eso podría ser al menos una de las formas primarias de irritar al cerebro.
En síntesis, la grasa corporal tiene una larga lista de efectos negativos, pero ellos pueden ser revertidos al perder ese exceso de peso sin ser necesaria una cirugía para lograrlo.


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lunes, 23 de marzo de 2015

QUIERES SER FELIZ CONOCE A NUESTRAS AMIGAS ..LAS ENDORFINAS !

QUIERES SER FELIZ CONOCE A NUESTRAS AMIGAS ..LAS ENDORFINAS ! 


Las endorfinas son neurotransmisores producidos por la glándula pituitaria (sistema nervioso central) de forma natural. Son las encargadas de producir sensaciones de bienestar, ya que combaten el malestar y disminuyen las sensaciones dolorosas. No sólo son neurotransmisores que nos provocan felicidad, sino que también podemos estimular las endorfinas.
A continuación te enlistamos 5 maneras sencillas y prácticas de estimular las endorfinas, estas pueden ser a través del ejercicio físico, la estimulación de las caricias, la risa y el contacto con la naturaleza, entre otras maneras.

El ejercicio físico

La mejora del estado de ánimo y por lo tanto de la autoestima, es un beneficio psicológico clave de la actividad física regular. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera sustancias químicas llamadas endorfinas. Estas endorfinas interactúan con los receptores en el cerebro que reducen su percepción del dolor.
Las endorfinas también provocan una sensación positiva en el cuerpo, similar a la de la morfina. Por ejemplo, la sensación de que sigue una carrera o entrenamiento es a menudo descrito como “eufórico”. Ese sentimiento, conocido como “subidón de corredor”, puede ir acompañado de una actitud positiva y energizante en la vida.
Las endorfinas actúan como analgésicos, lo que significa que disminuyen la percepción del dolor. También actúan como sedantes. Se fabrican en el cerebro, la médula espinal, y muchas otras partes de su cuerpo y se liberan en respuesta a sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores. Los neuroreceptores a los que las endorfinas se unen, son los mismos que se unen algunos medicamentos para el dolor. Sin embargo, a diferencia de la morfina, la activación de estos receptores por endorfinas del cuerpo no conduce a la adicción o dependencia.
Cuando ejercitamos nuestro cuerpo, nuestro corazón se acelera y aumenta la temperatura corporal. A causa de este esfuerzo y para disminuir la fatiga muscular, la hipófisis aumenta la producción de enforfinas. Este neurotransmisor aumenta nuestra sensación de alegría, bienestar y tranquilidad.
El ejercicio regular ha demostrado:
  • Reducir el estrés
  • Proteger de la ansiedad y sentimientos de depresión
  • Aumentar la autoestima
  • Mejorar el sueño
El ejercicio también tiene estos beneficios adicionales para la salud:
  • Fortalece tu corazón
  • Aumenta los niveles de energía
  • Disminuye la presión arterial
  • Mejora el tono muscular y la fuerza
  • Consolida y fortalece los huesos
  • Ayuda a reducir la grasa corporal
  • Te hace parecer en forma y saludable


Las caricias

Besos y abrazos estimulan la descarga de endorfinas, además de feromonas, hormonas que aumentan el atractivo de la persona y cautivan a la pareja. La combinación de estas dos hormonas produce una situación de intenso placer, durante y después de la relación íntima.
Aquí está cómo un buen abrazo, resultando en un buen flujo de endorfinas, afecta:
  • Se reduce la presión arterial, especialmente de ayuda si te sientes ansioso.
  • Se reduce el cortisol (la hormona del estrés), lo que permite una mayor calidad de sueño.
  • Puedes aumentar tus conexiones sociales y un sentido de pertenencia.
Debido a estos resultados, no es sorpresa que los estudios también han demostrado que las parejas que abrazan más tienen más probabilidades de permanecer juntos. Algunos informes han incluso mostrado cómo los abrazos pueden reducir el dolor. Sólo hay una cuestión: tiene que ser un buen abrazo, lo que significa, que tiene que durar por lo menos 20 segundos.

La risa

La risa se promueve regularmente como fuente de salud y bienestar, pero ha sido difícil de precisar exactamente por qué la risa hasta que duele se siente tan bien. La respuesta, informa Robin Dunbar, un psicólogo evolucionista de Oxford, no es el placer intelectual del humor cerebral, pero el acto físico de la risa. Los esfuerzos musculares simples involucrados en la producción del conocido, “ja, ja”, dijo, provocan un aumento de endorfinas, sustancias químicas del cerebro conocidas por su efecto de bienestar. Basta con esbozar una sonrisa para que nuestro cuerpo comience a segregar endorfinas especialmente encefalinas.

El contacto con la naturaleza

Nos llena de energía y buen humor. La atmósfera que se respira en la naturaleza, ya sea en el campo o la playa cargada de iones negativos estimula las hormonas de la felicidad. Un paseo armonioso, en donde se respira aire puro tranquilamente, sin agitación, provoca una disminución de pensamientos de preocupación que pesan a la persona. En un estado más tranquilo se genera bienestar y eso trae consigo la segregción de las endorfinas.


Masajes, meditación y yoga

Las endorfinas se segregan con mayor facilidad y en mayor cantidad cuando nuestra mente está relajada. Es muy recomendable practicar relajación por medio de prácticas como la meditaciónyoga y tai-chi. El masaje provoca grandes descargas de bienestar, ya que las terminaciones nerviosas trasmiten el roce de las manos sobre la piel hasta el cerebro activando la secreción de hormonas de la felicidad.



La música melódica

Todos disfrutamos escuchar música, pero si es sólo escucharla de fondo, los expertos dicen que no va a funcionar en el cuerpo y mente. Para verdaderamente experimentar la música tienes que escucharla activamente no pasivamente.
“Si escuchas música activamente, ésta canaliza y entrena ciertas acciones en el cerebro, que creo que son beneficiosas”, dijo el doctor Crookes, cirujano bariátrico y músico.
Estudios muestran que la música puede ayudar a las personas que se recuperen de dolor y reduce la necesidad de medicamentos después de la operación. Otro estudio revela que la música puede reducir la ansiedad de los pacientes antes de la cirugía. Los pacientes dicen que la capacidad de la música para alterar su estado de ánimo puede ser muy beneficioso.
La música provoca una importante liberación de endorfinas, consiguiendo una disminución de la frecuencia cardiaca y respiratoria así como una importante relajación muscular.