sábado, 1 de marzo de 2014

REALMENTE POR QUE DEBEMOS HACER EJERCICIO (1-4)

ACTIVIDAD FISICA

La frase más usada entre los entrenadores deportivos y muchos de los dietistas es que para bajar de peso es necesario consumir una cantidad de calorías diarias menor que la que gasta nuestro cuerpo. 
Hoy en día sabemos que la cuenta de las calorías (una habilidad no tan fácil para cualquiera), no brinda la información suficiente, el conteo de las calorías por lo general genera una disminución importante en los nutrientes y en la proteína que comemos, lo que lleva a disminuir la masa muscular y daña el ritmo del metabolismo. Por otro lado, el resultado final de la actividad física sin un programa de alimentación correcto es por lo general frustración y aumento de peso.

¿Entonces, hacer o no deporte? Sin duda, hacer deporte. La actividad deportiva tiene una influencia positiva en nuestra salud incluso si no se baja de peso, ya que aporta mucho al sistema circulatorio y al corazón, fortalece los huesos, y mejora nuestro estado de ánimo.

La combinación correcta es crear un programa de actividades deportivas personal que se complemente con un programa de alimentación adecuado. La combinación de los dos generará la masa muscular y aumentará el metabolismo paralelamente, el resultado será el mayor provecho de la actividad física para bajar de peso. La actividad deportiva aumenta el rítmo del metabolismo, no solamente en el momento de la actividad misma sino también después y durante todo el día. De hecho, el rítmo del metabolismo definido por la actividad deportiva durante el resto del día es un gran aporte para disminuir el porcentaje de grasa, más que durante el tiempo que se realiza la actividad física en sí.

A pesar de todo, la mayoría de nosotros evitamos realizar actividad física, o cuando empezamos, nos aburrimos muy rápido. ¿Qué genera esto y cómo es posible, a pesar de eso, encontrar la fórmula que por fin nos haga hacer ejercicios y nos ayude a reducir de peso? Existen algunas reglas básicas que pueden llevarnos a una constancia mayor en la actividad física pero la mayoría de nosotros las ignora:

1.- Es importante escoger un deporte que nos gusta y no nos aburre
La medición de calorías, quemar calorías y bajar de peso, no son el motivo principal en el que hay que basarse cuando escogemos una actividad deportiva que nos acompañará durante la dieta. El factor principal que nos guirá debe de ser el placer. La disminución del peso debe de ser la segunda en importancia. La actividad física que no genera placer, rápidamente se convierte en un fastidio, y al final, después de no mucho tiempo, se convierte en sufirmiento. 
Por lo general, es muy difícil ser constante en una actiividad que no es divertida, incluso si ayuda a bajar de peso. El deporte debe de ser divertido, y así en un día malo o de mal clima, tendremos algo que nos estimule a querer hacerlo.
2.- Un deporte cómodo de realizar
Haz un esfuerzo por elegir un gimnasio o parque que esté cerca de tu trabajo o casa, para que puedas realizar la actividad inmediatamente después del trabajo sin viajar mucho. Así mismo evita elegir un deporte que no te sientas cómodo. 
3.- Fíjate metas alcanzables
Evita fijarte metas inalcanzables. Conoce tus posibilidades. A una persona que evitó realizar actividades físicas durante años, le será difícil lograr metas muy ambiciosas por sus relativas limitaciones. 
Cómo empezar y continuar – un ej. de programa de entrenamiento 
Empiezar de a pocos. Es recomendable evitar realizar actividades de mucho esfuerzo desde “un inicio”. También el deporte más tranquilo demandará mucho desde el punto de vista de creación de hábitos y perspectiva deportiva. Libérate del punto de vista “si no es todo entonces nada”. No es necesario realizar una clase de spinning intesa de 45 minutos para lograrlo. También cuentan la caminata lenta, un juego de pelota ligero o incluso limpiar la casa. Por lo general el aumento paulatino durante de la actividad y el nivel de esfuerzo exigido son recomendados para permitirle al cuerpo y al cerebro acostumbrarse al tipo que mezcla la actividad física. Etapa inicial – Es recomendado empezar con un calentamiento ligero durante 20 o 30 minutos 3 o 4 veces por semana. La natación sin mucho esfuerzo, caminata ligera o actividades comunes que no están en la categoría de deporte como limpieza de la casa, lavar platos, jardinería, etc., también son considerados calentamiento ligero. Después de la primera semana y hasta después de diez días, es recomendado que la duración del entrenamiento sea de alrededor de 30 minutos 4 veces por semana. Antes de empezar el entrenamiento es recomendable realizar calentamiento y estiramiento. Es importante dedicarle entre 5 a 10 minutos en actividades de más esfuerzo como caminata rápida junto con la caminata sin esfuerzo, o hacer caminata en subida, es decir, realizar movimientos que exigen un esfuerzo especial y con de estiramiento de músculos. Se puede diversficar y combinar la actividad que requieren esfuerzo de otra manera como subir escaleras durante 3 a 5 minutos, trotar y otros. Hay que continuar en este formato durante unas semanas. Si no sientes que tu cuerpo responde al esfuerzo, intenta “hacer el último esfuerzo” hacia el final de cada entrenamiento, este esfuerzo genera la liberción de las androfinas, que brinda sensación de energía. Después de dos semanas más, empieza a aumentar de a pocos el tiempo de entrenamiento como 3 minutos más cada día, con un formato de 4 entrenamientos a la semana (mantente en un entrenamiento de 45 minutos después de una semana en este formato) en esta fase, es muy importante realizar el calentamiento durante 5 a 10 minutos antes de empezar.

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