La solución: convierte el tamaño de la porción a un pedido personal: Planea la comida “sentado”, elige primero los menús, por lo general son porciones más pequeñas (y más económicas), divide las porciones en dos: la mitad para ti y la otra mitad para quien come contigo, divide también la entrada y el postre.
Comida como oportunidad de actividad: Comer sentados - ¿acaso comer fuera de casa tiene que ser una experiencia “sentados”? come fuera como parte de una vida activa. En el lugar de trabajo, dale un momento y lugar a la comida, no mientras trabajas. Mientras esperas la comida, realiza una actividad física como caminar, subir escaleras. Si sales a un restaurante (durante el refrigerio), elije lugares cercanos que te permitan ir caminando, es mejor caminar que manejar. Como resumen: Haz los cambios necesarios en tus costumbres alimenticias de a pocos, recuerda que hacer estos cambios (como parte de un cambio a una forma de vida sana y balanceada) es un proceso largo y no puede darse de un día para otro. Cuando elijas la comida, hazlo con una perspectiva amplia de tus ideales de alimentación y no según criterios de alimentos “buenos” y “malos”.
La hora de comer: Evita las comidas pesadas en la noche, cerca de la hora de dormir. ¡No te mates de hambre durante el día por un evento en la noche!
Otras recomendaciones más:
• Si eres anfitrión – tus invitados, en la mayoría de los casos, te agradecerán un menú sano y dietético. Ellos también intentan mantener la figura, incluso si no lo reconocen. No prepares porciones engordantes “solo por los invitados”.
• Las parrilladas son muy populares – evita el pan. Acompaña con un plato grande de ensalada y carne a la parrilla, o carne sin grasa. También pescados a la parrilla son muy sabrosos y dan variedad a la comida
• Toma agua, fuera de casa hay tendencia a deshidratarse y entonces, más hambrientos buscamos gaseosas frías.
• Prepárate una botella de agua con limón y hierba buena y mucho hielo para reemplazar los refrescos dulces y las gaseosas.
• Las ensaladas de verduras cocidas están bien, mientras no tenga mucho aceite. Sandía (patilla) y cambur tienen un nivel glicémico muy alto (provocan engordar), es mejor comer uvas y cerezas son excelentes y también ciruelas y manzana.
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